La isla cuenta con una superficie total de 570 km2, por lo que los desplazamientos hasta los 210 km de costas compuestas por calas, playas de arena y acantilados, son siempre fáciles y rápidos. Conocida también como “la isla blanca” por su arquitectura tradicional, su punto más elevado se encuentra en Sa Talaia (475 m) situado en la zona sudoeste de la isla, no lejos del aeropuerto que une Ibiza con las principales ciudades europeas en aproximadamente dos horas de vuelo. La gente del lugar (142.065 habitantes según el Instituto Nacional de Estadística en 2015) es amable y cosmopolita, y está acostumbrada a que durante seis o siete meses al año su población aumente de manera considerable.
Administrativamente está dividida en 5 municipios: Eivissa (Ibiza) que es la capital, Sant Joan de Labritja, Santa Eulària des Riu, Sant Antoni de Portmany y Sant Josep de sa Talaia. Las murallas fortificadas de Dalt Vila, los restos del poblado fenicio de Sa Caleta, las praderas de Posidonia Oceánica, situadas entre Ibiza y Formentera, y la necrópolis de Puig des Molins han sido declarados patrimonio de la humanidad. Algunos lugares destacados de Ibiza son las salinas, las torres de defensa, el museo arqueológico o los islotes como Es Vedrà; aunque, en realidad, Ibiza está llena de pequeños y acogedores rincones difíciles de olvidar.
